On n'a que soi
On n'a que soi.
A mí las afirmaciones así, tan seguras, me dan un poco de miedo, pero esa frase me gusta mucho, quizás más por como suena que por lo que significa. "Uno sólo se tiene a si mismo". Suena bien, incluso confortante. En significados, sin embargo, ya me pierdo. Y es que los significados dependen también mucho de la interpretación subjetiva. Para mí, tenerse a si mismo, sea lo que sea ese "si mismo" ya me parece mucho, todo un logro, mientras que para otras personas esta frase puede resultar desoladora. En fin, que usamos las frases como mejor nos convienen, que para eso están. Son como la cera para el parquet; la puedes usar diluída o concentrada.
Estoy sin calefacción. Ayer, a la hora del desayuno, llamaron los bomberos. Salía humo del tejado y alguien había avisado. Tuvimos que salir por patas. Nos dio tiempo a vestirnos rápidamente coger la documentación, las tarjetas de crédito y las llaves del coche. La gente dice que salvaría, en un caso así, los álbumes de fotos, pero yo soy muy práctica y sólo pensé en lo esencial: La vida presente. Se hubiera perdido todo el resto si hubiese ocurrido lo peor. Pero no, afortunadamente fue una falsa alarma. La caldera echaba humo negro debido a un problema en la combustión. Ahora la están arreglando.
Y mientras la policía y los bomberos entraban en el edificio y nosotros y los vecinos tiritábamos fuera ante las bajas temperaturas, ni por un momento se me ocurrió pensar en lo que dejaba ahí dentro, ni en los recuerdos, ni en mis discos, ni en tantos y tantos objetos que parece que forman una vida.
On n'a que soi, y ya es mucho.
A mí las afirmaciones así, tan seguras, me dan un poco de miedo, pero esa frase me gusta mucho, quizás más por como suena que por lo que significa. "Uno sólo se tiene a si mismo". Suena bien, incluso confortante. En significados, sin embargo, ya me pierdo. Y es que los significados dependen también mucho de la interpretación subjetiva. Para mí, tenerse a si mismo, sea lo que sea ese "si mismo" ya me parece mucho, todo un logro, mientras que para otras personas esta frase puede resultar desoladora. En fin, que usamos las frases como mejor nos convienen, que para eso están. Son como la cera para el parquet; la puedes usar diluída o concentrada.
Estoy sin calefacción. Ayer, a la hora del desayuno, llamaron los bomberos. Salía humo del tejado y alguien había avisado. Tuvimos que salir por patas. Nos dio tiempo a vestirnos rápidamente coger la documentación, las tarjetas de crédito y las llaves del coche. La gente dice que salvaría, en un caso así, los álbumes de fotos, pero yo soy muy práctica y sólo pensé en lo esencial: La vida presente. Se hubiera perdido todo el resto si hubiese ocurrido lo peor. Pero no, afortunadamente fue una falsa alarma. La caldera echaba humo negro debido a un problema en la combustión. Ahora la están arreglando.
Y mientras la policía y los bomberos entraban en el edificio y nosotros y los vecinos tiritábamos fuera ante las bajas temperaturas, ni por un momento se me ocurrió pensar en lo que dejaba ahí dentro, ni en los recuerdos, ni en mis discos, ni en tantos y tantos objetos que parece que forman una vida.
On n'a que soi, y ya es mucho.
21 comentarios
Frivo -
Por otro lado, desde la intelectualidad, se bombardea con un individualismo autodestructivo. Es el caso de grandes escritores o filósofos, que empezaron en una espiral autodestructiva que, en muchos casos los llevó al aislamiento, la depresión y el suicidio.
Una persona que se encuentre más o menos en ése termino medio (ese equilibrio total es impensable) será acusada de egoísta por una parte de la sociedad, que intentará culpabilizarla, y tampoco coincidirá con el extremo de la autodestrucción. Se encontrará pues, haciendo equilibrios entre dos aguas bravas.
Para eso, lo mejor es intentar mantener el sentido crítico en buen estado, y sobre todo, la confianza en uno mismo pase lo que pase.
Al menos, yo lo creo así, aunque de la teoría a la práctica hay un buen camino.
Kiri -
Yo, lo que pienso, es que, en este tema de la relación con los otros, solemos ser torpes para encontrar el punto medio.
Lo inteligente sería que supiéramos vivir con los otros sin pretender manipularlos ni dominarlos, o, partiendo desde el otro extremo, que supiéramos vivir solos sin obviar cómodamente las necesidades ajenas.
Las dos posturas son la misma, porque las dos posturas pasan por perder el miedo, el miedo a la soledad y el miedo al otro, que son dos miedos que acostumbramos a tener muy inculcados desde pequeños.
Debe ser muy difícil perder el miedo, porque, si no fuera tan difícil, la gente no se torcería tan a menudo hacia uno de los dos extremos, y las cosas irían bastante mejor a todos los niveles. Hablo del mundo que me rodea en general, de lo que observo en él, no de personas (grandes personas, enormes personas) que han sabido encontrar,más o menos, ese punto medio tan difícil. No sé si son muchas o pocas. Ojalá fueran muchas.
Bambi -
Trabajé durante cuatro meses en el ayto. de Linares. Los sábados por la mañana, también. Allí sólo hay servicio de autobús de lunes a viernes, y la carretera nacional está a 45 kilómetros. No tenía todavía el carnet de conducir.
El mero hecho de saber que no podía salir de allí fue lo que más me agobió. Me refiero a salir por ocio.
El peso de esa soledad es un poco más duro. De todas formas, de aquella época, lo que más recuerdo fue la dureza de vivir en un microcosmos en el que todo estaba absolutamente crontrolado y existían enormes tensiones entre las diversas facciones de la población. Durante cuatro meses fui el muelle del que estuvo tirando la mujer del médico, por una parte, y la mujer del Secretario del Ayuntamiento, por otra. Horroroso...
Frivo -
Durante tres años viví en un país que tenía una de las tasas de suicidios más altas del mundo. Tuvieron que vallar un puente para que la gente no se tirara y los problemas de alcoholismo eran impresionantes. Yo lo llevé bien, creo, pero en un momento dado tuve que tomar la decisión de irme porque aquello era un cementerio verde. Pues bien, la causa de tanta desgracia en una población con una renta per cápita altísima era el aislamiento.
Kiri -
Claro, reinas moras, míralas a ellas, nos encanta estar con nosotras mismas, pero porque se trata una soledad buscada y placentera. Leer, escribir, ver pelis, esas cosas que mola mucho hacer sola. O mirar al techo, que es una actividad que a mí me encanta por lo que tiene de om y tal.
En cuanto a compañías, he de decir que mi familia resulta poco recomendable, excepción hecha de mi hija y mis tres sobrinos. Mis amigos sí son recomendables, sobre todo porque son pocos y buenos, y elegidos por mí. Y bueno, la gente en general me gusta, pero también tengo un ramalazo autista importante.
Frivo -
Y bueno, yo siempre me he hecho mucha compañía. Con eso de las contradicciones y tal me entretengo mucho.
Bambi -
Por cierto, genial el cambio de imagen, :-) Ayer me quedé pasmada con los diseños del tal Erté.
Frivo -
Ser independiente sin sentirse solo es complejo, pero también hay mucha gente que se siente sola y está acompañadísima. Creo que tiene que ver más con uno mismo y como se plantee la soledad y la soledad en compañía. El aguantarse a sí mismo y llevarse bien con uno es fundamental. Para eso, creo que lo mejor es quererse y perdonarse.
¿Marcianos? ¿Dónde? Yo soy Neptuniana. ;))))
Kiri -
Kiri -
Bueno, es que, hasta hace bien poco, la gente ha vivido en tribus. Es lo que se daba en las familias de la España rural, como la mía. En la práctica funcionaban como clanes dentro de tribus.
Ir por libre estaba mal visto, porque afectaba a la supervivencia física de todo el grupo. Creo que el individualismo es algo más propio de la civilización urbana. Tiene su parte buena, que es la independencia, y su parte menos buena, que es la soledad. Dos caras de la misma moneda. Aunque, si fuéramos realmente listos, sabríamos encontrar la forma de ser independientes sin sentirnos muy solos, ¿no?
Yo lo prefiero. Prefiero ir a mi bola, aunque a veces echo de menos encontrarme a más marcianos como yo.
Frivo -
Aún así, como seres tribales, tenemos una tendencia a rechazar el individualismo porque se considera como una traición a la tribu a la que perteneces.
Frivo -
Hace cosa de un mes, leía que el Calvinismo había triunfado en la zona norte de Europa debido al modelo familiar tradicional que se da en esos sitios, distinto del modelo del sur. Es una información interesante, porque se ve que, aunque la influencia de la religión es inmensa, cuando la religión deja de tener poder sigue existiendo una estructura social muy parecida. La estructura tribal. Esa es la estructura que se da en el sur.
Y lo hablaba con un amigo africano, de Costa de Marfil, donde tienen religión animista. El sistema familiar se parecía mucho al nuestro hace unos años, con el dominio absoluto del poder de los ancianos sobre el resto de la familia.
Frivo -
Bambi -
Estoy contigo en que lo que salvaría sería lo presente: la documentación necesaria para demostrar quién soy y lo necesario para no salir desnuda a la calle.
Tenerse a uno mismo no es desolador: es el mejor regalo que tenemos si sabemos entenderlo así. Nadie nos va a querer más que nosotros mismos. Eso sí,para eso necesitamos eliminar todo el lastre de educación católica: la entrega a los demás por y para todo.
Fri -
parapo -
parapo -
Frivo -
Yo ya no sé ni lo que soy, pero cabezota creo que no mucho, aunque a lo mejor me equivoco. Nunca dejo de sorprenderme a mí misma.
En fin, que cada vez me cuesta más definirme. Un patchwork, sí, quizá sea lo que más se asemeje a mí.
Y sí, tenerse a uno mismo (sea lo que sea ese uno mismo, con sus cosas buenas y sus cosas malas) ya es todo un logro. Porque a los demás no los tenemos nunca. Están ahí y compartimos parte de nuestro tiempo con ellos. O eso creo.
Sí, Parapo, como bien te ha dicho Kiri, es francés.
Kiri -
Lo del frío es jodido, sí.
Bueno, que espero que haya pasado el susto y que te arreglen la calefacción ya mismito.
parapo -
Kiri -
Y, verás, creo que es muy difícil llegar a tenernos a nosotros mismos, pero creo que, poniéndonos muy cabezones, llegamos a conseguirlo.
Lo de "sólo" no lo sé. Supongo que es cierto, en el sentido de que no somos los dueños de nadie, ni hijos, ni padres, ni amantes.
Bastante es llegar a ser dueños de nosotros.
Yo soy muy cabezota, pero mucho. ¿Tú eres cabezota?