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grullas

A mi teclado

No sé si echaré raíces en esta silla de respaldo azul. Lo dudo, porque nunca eché raíces en ninguna parte y creo que ya es un poco tarde. Pero no me quiero levantar.

Toco el teclado y paso mis manos sobre él. Lo acaricio despacio, como si fuera a sentir el roce de mis dedos de una forma sensual. Ayer me pinté las uñas y están brillantes con su esmalte transparente, como a mí me gustan. Él siempre me dice que debo cortarme las uñas, que no le gustan largas porque teme que le dé un zarpazo. Pero yo no renunciaré facilmente a mis zarpas a pesar de los miedos ajenos (no totalmente injustificados).

Parece mentira que un teclado, algo tan inherte y prosaico, sea ahora lo que me procure mayor bienestar. Me hace pensar en otras cosas, salir un poco de mí, de esta espera interminable, de estos días de lluvia, nubes y preocupaciones. Y ya escucho las críticas de "pasas demasiado tiempo en internet", pero también las críticas de "no pienses en cosas que te atormentan", "no hagas", "no digas", "no respires, no sea que sea malo para la salud". Cualquier cosa es susceptible de ser criticada, pero no se dan alternativas factibles que calmen el caldero hirviendo que se cuece bajo esta carcasa de rizos.

Internet, a veces, puede ser una pesadilla, pero también es un soplo de aire, una ventana abierta en una habitación viciada. Esperar día tras día, durante casi un mes, una noticia que te dé la vida o te hunda en la miseria es mucho más cruel, mucho más perjudicial y peor para la salud que quedarse atontada chateando estupideces durante horas. Al menos, esas estupideces son analgésicos, mientras que la espera te mina por dentro.

A mi teclado, Logitech inálambrico (de vez en cuando le cambio las pilas), por las horas de complicidad en estos viajes que nos montamos fuera de una realidad que, a veces, no puedes vivir sin una ayudita de la imaginación, del más allá de otros mundos lejanos. A mi ratón, redondito y cómodo, que se deja manejar con suavidad mientras nos desplazamos veloces, con una sonrisa en la mirada atenta, por los vericuetos de un hierático monitor plano, que se exhibe como mascarón de proa.

A vosotros, los que me leéis y a veces respondéis, que estáis ahí y os siento cerca, como si los píxeles, en realidad, fueran vuestras células. Gracias.

24 comentarios

khandika -

Ojalá la reina Victoria hubiese dicho más o menos lo mismo con su máquina de escribir donde escribió sus memorias.

Eriamanda -

:)

Gru -

Qué maravilla de degeneración.

En fin, degeneraos varios, decentes, indecentes y animales marinos y terrestres, que estaré unos días sin poder conectarme apenas. Dentro de unos días ya volveré a mi estado bitacoreador habitual.

Besos o mejor, pixebesos (besos de píxeles, que es lo que hacemos por aquí y es muy higiénico y tal).

Soil Takada -

Hablando de degeneraos ..aquí estoy yo. ;p .

Saludos y Gracias a ti, Gru.

Kiri -

Pues yo soy degenerá pero mu decente.

Aber -

Sí. Es que esto de internés es un vicio y sólo hace que procurarte malas compañías. Degeneraos, que sois unos degeneraos ;-P

Gru -

"espirituales", quise decir.

Gru -

Sí, Kiri y Bambi, estos paseos por foros y bitácoras son agradables.

Gracias, Luis. Yo he leído tu página en alguna ocasión a través de la bitácora de Bambi y es un sitio interesante.

Aber, me alegra saber que estás en ejercicios espeirtuales y eso. Por el buen camino, vamos. ;P

Kiri -

Discrepo, Luis Muiño. La forma de comunicación importa mucho porque modifica la eficacia de la misma.
Si tratas de conocer a una persona, la mirada, los gestos y la voz dicen tanto como las palabras. Y en internet no hay de eso.
Ahora bien, si de lo que se trata es de leer textos, cambiar impresiones, pasar un buen rato de charla, obviamente la comunicación no verbal importa menos.

Aber -

Pues no estoy muy al caso del mundo bitacorero. Estoy de ejercicios espirituales. Busco un aumento progresivo de la autoestima mediante sesiones intensivas de trabajo y ejercicios de visualización (me veo trabajando en lo alto de las torres KIO).

Gracias por tus palabras, Gru. Forever.

Luis Muiño -

Acabo de descubrirte...y me encanta todo lo que he leído. Eso supone que llevo una hora de mi vida dedicada a ti...y me parece que ha estado muy bien empleada. Lo dicho: no importa el medio, importa el fondo. No creo que cambie nada la comunicación porque se haga a través de tam-tam, bailando, hablando o en Internet. Con tal de que el mensaje llegue...
Hermosa página.

Bambolia -

Yo me siento en casa cuando os leo, la verdad. Es agradable, muy agradable. Salvo los malos rollos y tal, pero de esos, hay en toitas partes.

Kiri -

Pero no quiero que prevalezca la visión negativa.
Yo también procuro pasarlo lo mejor posible, en internet y fuera. Me río mucho y agradezco muchísimo los buenos momentos que me procura cualquiera que quiera contarme algo.
Si colocáramos los buenos momentos así que hemos compartido aquí, Gru, junto con otras personas, serían días enteros, y días muy alegres.
Creo que te referías a esto. :-)

Kiri -

En realidad, yo me preguntaría más bien qué esperan de internet los pavos que funcionan de esa manera.

Kiri -

jajaja, yo tampoco doy la cara para que me la rompan.
No, creo que hablamos de cosas distintas.
Yo estaba hablando de mentiras descaradas, enhebradas por personas que juraban y perjuraban su amistad y tal.
Mentiras enteras y verdaderas, mantenidas durante meses y años. No se trata de interpretaciones ambiguas ni nada de eso, sino de mentiras bien gordas.
Tampoco hablo mentirijillas contadas en un momento de entusiasmo. Son fraudes como catedrales.

Gru -

Gracias, Kiri.

Yo no siempre he dado la cara (de hecho, no la pongo ni de coña para que me den de hostias).

Creo que también depende lo que esperes de internet. Evidentemente, no es un medio completo porque no favorece el contacto físico, pero está bien como comunicación, aunque sea lejana.

El uso que se haga de este medio es otra cosa. Como se trata de relaciones entre personas siempre habrá problemas y conflictos, eso es inevitable, y también el fraude, que se practica también en la vida real con mayor o menor éxito.

Yo lo paso bien pese a todo y pese a todos, tanto en la vida real como en internet, exceptuando los momentos en los que estas K.O., claro.

Kiri -

Seré muy moralista, pero a mí esas actitudes me parecen idiotas y desleales, tal vez porque me he tropezado con algún que otro coleguita que las llevaba a cabo repetidamente.
Y, en fin, soy de la opinión de que internet las propicia.
Y vamos, en resumidas cuentas, que a mí me satisface mucho más dar la cara.

Kiri -

Gru, me alegro mucho de que los resultados hayan sido buenos.
Seguro que todo va bien, ya lo verás.
Sobre lo de internet, opino que no es cuestión de horas, sino de manera de tomar las cosas.
Para mí, esto no sustituye ni de lejos a la comunicación presencial. Si acaso, la complementa.
Es una buena manera de mantener la mente ocupada cuando uno se encuentra en un estado de incertidumbre o angustia, sobre todo porque puede llegar a ser muy divertido.
También es una buena manera de lanzar al mundo cosas que uno piensa o escribe. Cosas que apetece compartir y que, sin este invento, probablemente nunca nadie leería.
Y, por supuesto, es una manera de conocer a personas interesantes, que ni por asomo uno nunca hubiera llegado a imaginarse siquiera que existían, de no ser por la red.
El problema llega cuando uno empieza a esconderse de la realidad sistemáticamente. O se atribuye unas cualidades falsas y se las termina creyendo. O miente compulsivamente para captar la atención de los que le leen, para recabar su admiración, para ligar, etc.
Funcionamientos que una persona con problemas seguramente practicaría igual si no existiera internet, usando otros medios, pero para las que, sin duda, encuentra muchas más oportunidades a través de este anonimato y de esta facilidad para desaparecer en un momento dado, sin dar explicaciones.

Gru -

Bueno, por ahora todo va bien. Pasó el mal momento. Los resultados han sido buenos. Faltan aún otros resultados por saber, pero bueno, por lo menos esto es un respiro.

Bambi, es eso. No quieren entenderlo porque se supone que somos todos muy autosuficientes y tal. En fin, rollos de esos.

En fin, Mishkin, que no soy tan poco sensible como parece. A veces hasta tengo sentimientos y todo. ;P

Santa Inflamada, ¿no quedamos en que la Santa andaba de vacaciones? ;P

Gracias a todos.

Santa Inflamada -

Todo es cierto, muy cierto, GruFri. Son esos otros mundos lejanos, esas palabras que, a veces, pareciera llegan "dentro de una caja de naranjas".

Y sí,la espera.
Vale.

Mishkin -

"A vosotros, los que me leéis y a veces respondéis, que estáis ahí y os siento cerca, como si los píxeles, en realidad, fueran vuestras células. Gracias."

Me llegó Lcaperucha...
Un saludo.

Bambolia -

Es duro esperar, Gru, muy duro. Cualquier cosa es válida si sirve para mitigar el desasosiego.

He acabado por no hablar de mi afición a internet: no está bien visto, y mi instinto de protección me recuerda, de cuando en cuando, que lo pasé rematadamente mal hace ya cinco años, cuando era la "que conocía gente a través de los chats".

En fin, que el cielo será para los justos... que se lo queden todito para ellos.

Gru -

Gracias, Parapo. Soy muy redundante, lo sé. ;P

Bueno, yo no chateo casi nunca, sino que foreo, pero como lo hago rápido casi parece un chat.

Y bueno, que a veces necesitas huir un poco, porque no puedes estar todo el día pensando en ciertos problemas que se hacen esperar e internet viene muy bien. Otras veces, sin embargo, cuando las cosas van mejor, apetece más estar en la vida. Es posible que sea una adicción, la única que tengo, pero la vida así, a secas, sin ningún vicio, se me antoja aún más gris en su perfección.

parapo -

vaya, gru, de nada :P

los que dicen "pasas mucho tiempo en internet" suelen preferir la tele (donde dos horas no es nada, ni una pelicula. dos horas de internet para ellos es "adicción"), así que no hay mucho de que preocuparse.

sigue escribiendo! te leemos ;)