Impresiones
Tengo la impresión, desde siempre, de haber asistido a mi nacimiento. Es posible que fuese una fantasía de niña que se haya instalado en mi memoria y me haga considerar como recuerdos lo que fueron imaginaciones infantiles. El caso es que hay como una voz en off, que no sé lo que dice, unos azulejos blancos, luz blanquecina y una ventana que da al norte. Y la consciencia de "ser" o "existir".
También es curioso que antes de aprender a guiarme por el sol y las estrellas ya supiera yo de norte y sur. Siempre he tenido claro este concepto. Tanto es así, que nunca he tenido problemas de orientación no sabiendo distinguir, hasta hace muy poco, entre izquierda y derecha. Sin embargo, los puntos cardinales son casi instintivos en mí.
Y tengo muchos recuerdos de cuando era bébe, algo que a muchos les resulta casi imposible de creer, pero sí. Y no son imaginaciones mías. Recuerdo cuando una de mis hermanas, de tres años entonces, celosa de haber sido sustituida como la menor, se acercaba a mi cuna y me daba pellizcos en el cuello. Recuerdo como me escapaba de la cuna en cuando aprendí a gatear echándome con fuerza sobre un lado hasta hacerla caer sobre la cama que había al lado. Después de escaparme ponía otra vez la cuna en su sitio, de manera que mis escapadas constituyeron un misterio para las personas que me cuidaban, hasta que ya de mayor, un día, desvelé en una conversación inocente ciertos pormenores de la memoria de un bebé. Y resultó ser cierto aquello que yo recordaba.
Y más recuerdos, muchos más, de mis primeros años, de la casa donde donde víví hasta los tres años, de la que podría hacer un plano ahora mismo porque la recuerdo perfectamente. Todo queda grabado en la memoria, incluso cuando mi hermana mayor me bañaba en el lavabo del baño (pared orientación este), con lo cual, puede haber una idea de lo pequeñaja que era para caber ahí.
Y resulta extraño ese almacenaje de recuerdos porque, en teoría, era demasiado pequeña como para poder recordar algo, aunque es posible que sea algo muy común que le ocurra a muchos otros y que la observación de un bebé sea algo a tener más en cuenta.
Me quedo con la miel cayendo en zig-zag. Imagen que tengo nítida en la memoria y me dejó impresionada la primera vez que la ví, cuando un apicultor, que vendía miel a granel, llamó a la puerta para que le comprásemos. Todavía me hipnotiza la miel cayendo en zig-zag. Esa imagen para mí vale un mundo.
También es curioso que antes de aprender a guiarme por el sol y las estrellas ya supiera yo de norte y sur. Siempre he tenido claro este concepto. Tanto es así, que nunca he tenido problemas de orientación no sabiendo distinguir, hasta hace muy poco, entre izquierda y derecha. Sin embargo, los puntos cardinales son casi instintivos en mí.
Y tengo muchos recuerdos de cuando era bébe, algo que a muchos les resulta casi imposible de creer, pero sí. Y no son imaginaciones mías. Recuerdo cuando una de mis hermanas, de tres años entonces, celosa de haber sido sustituida como la menor, se acercaba a mi cuna y me daba pellizcos en el cuello. Recuerdo como me escapaba de la cuna en cuando aprendí a gatear echándome con fuerza sobre un lado hasta hacerla caer sobre la cama que había al lado. Después de escaparme ponía otra vez la cuna en su sitio, de manera que mis escapadas constituyeron un misterio para las personas que me cuidaban, hasta que ya de mayor, un día, desvelé en una conversación inocente ciertos pormenores de la memoria de un bebé. Y resultó ser cierto aquello que yo recordaba.
Y más recuerdos, muchos más, de mis primeros años, de la casa donde donde víví hasta los tres años, de la que podría hacer un plano ahora mismo porque la recuerdo perfectamente. Todo queda grabado en la memoria, incluso cuando mi hermana mayor me bañaba en el lavabo del baño (pared orientación este), con lo cual, puede haber una idea de lo pequeñaja que era para caber ahí.
Y resulta extraño ese almacenaje de recuerdos porque, en teoría, era demasiado pequeña como para poder recordar algo, aunque es posible que sea algo muy común que le ocurra a muchos otros y que la observación de un bebé sea algo a tener más en cuenta.
Me quedo con la miel cayendo en zig-zag. Imagen que tengo nítida en la memoria y me dejó impresionada la primera vez que la ví, cuando un apicultor, que vendía miel a granel, llamó a la puerta para que le comprásemos. Todavía me hipnotiza la miel cayendo en zig-zag. Esa imagen para mí vale un mundo.
31 comentarios
Aber -
Lo de la bitácora va a ser el tag board, que siempre da problemas y retarda la carga de la página.
Gru -
Gru -
Soil Takada -
Saludos
Gru -
Gru -
A ver, Aber, pues no sé qué decirte. Es como salmón crudo pero más graso y sabroso, mucho mejor. Tienes que comprobarlo por ti mismo.
Los holandeses tenían la costumbre de limpiarlos, pelarlos, agarrarlos por la cola y metérselos en la boca, así, en plan salvaje. Nunca han sido el colmo de la fineza y la delicadeza en la mesa, la verdad... Con gran facilidad te ponen los pies encima de la mesa con el peligro de que los confundas con un Gouda o un Maasdan. Pero bueno, ese ya es otro tema (políticamente incorrecto por eso de la amistad y el respeto entre los pueblos etc.), del que me podría tirar hablando horas: holandeses. En fin, que mejor me callo porque voy a empezar a desvariar y entrar en terreno pantanoso. ;-)
Aber -
Kiri -
Con bodyjari o sin bodyjari , lo que sea eso.
Gru -
Kiri, muñeca, haces bien en lo de la prevención y eso. Tngo vicios inconfesables como el del Broodjie Haring que me convierten en una individua peligrosa para la población de arenques del Mar del Norte. Y encima ahora estoy reprimida con lo que, dentro de tres meses me tomaré la revancha... Y menuda revancha va a ser. No quedará un arenque sin devorar. :-P
Kiri -
Soil Takada -
Yo tambien me acuerdo de cosas de baby. Mi abuela mirando por la ventana esperando que llegará mi madre y yo en la cuna mirandola a ella, es una imagen que no se me borra. Y tambien cuando mi madre me sentaba en su cama a ponerme los patucos , el olor de mi cuna...son tantos recuerdos.
Me alegro no ser el único que se acuerda de estas cosas.
Saludos
Gru -
Strujuaski, me alegro de que digas que tú también tienes esos recuerdos. Así ya somos dos los que damos miedo y eso. ;-)
sttrujuasky -
~El club de los besos~ -
" A veces das miedo, Gru "
12/08/2004 15:42:02
Aberlour.
:P ( esto , en cambio, no es una cita )
Gru -
BBesitossss -
En estas circunstancias vuelven y afloran a ti recuerdos especiales, por lo menos a mí:)
Gru -
Gru -
AnnieHall -
Recuerdo la tortilla española de mi madre, los sábados.
Recuerdo las canciones con mi hermano mayor, en la azotea, acostados mirando el cielo.
Recuerdo el primer día del cole, y mi madre despidiéndose de la guagua, mientras yo contenía un caudal de lágrimas.
Recuerdo los gritos desde la plaza pa que mi madre saliese de casa y me ayudase a cruzar.
Los besos de buenas noches de mi padre, cuando llegaba de trabajar, su olor, su calidez, el color morado de su chaqueta de acomodador...
Ay, recuerdos!!!!
Besos de estreno pa ti, Gru.
AnnieHall
Aber -
Gru -
Noa -
Bezito
Kiri -
Gru -
Gru -
Pues sí, Kiri. Son los primeros descubrimientos y, por tanto, deben dejar una huella importante. Es curioso que lo olvidemos con los años.
Pues sí, Aber, rarita, en fin. Son los genes, así que poco puedo puedo hacer por solucionarlo. :P
Aber -
Kiri -
Mi hija, en cambio, dice que recuerda su guardería y da detalles de ella, y tenía menos de dos años.
No sé, alguna vía o algún código se debe cerrar en algún momento de la infancia, como si se cerrara una puerta; sólo que, para algunas personas, esa puerta queda entornada.
En pura lógica deberíamos recordar mucho más, pues las impresiones de la realidad circundante en la mente de un niño han de tener una fuerza enorme, ya que son descubrimientos importantísimos y muchas veces impregnados de emotividad.
Me parece un tema apasionante.
Paco -
Kiri -
Ah, la miel, la miel...
Gru -
Aber -