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Erotika Biblion

Erotika Biblion Nunca me leí la Biblia, ya que mi educación fue siempre laica. Para lo único que la usaba en casa era para jugar abriéndola por una página al azar y leyendo lo que ponía. Y nunca me ha importado no haberla leído ni la ehcho de menos, pero últimamente, en mis pesquisas sobre el "libertinaje", tema que me interesa bastante, me he enterado de la existencia de Erotika Biblion, de Mirabeau, que lo escribió mientras estaba en prisión y trata de sacar toda la sexualidad implícita que encierran los textos de la Biblia.

Y claro, ahora, precisamente ahora que menos tiempo tengo, es cuando tengo ganas de leerme la Biblia y el Erotika Biblión, porque debe ser de lo más interesante. He llegado a leer incluso, en palabras de un rabino judío, que la Biblia contiene una gran cantidad de pornografía. Y entonces ¿cómo se las han apañado durante siglos los teólogos y los religiosos para ocultar toda esa concupiscencia?

Y sin poder aún decir "sí, este pasaje de la Biblia es pornográfico" digo (con riesgo de que Bernardette, mi avestrucita querida, se me rebote) que no me extrañaría nada porque leyendo cualquier libro, cualquier obra sea antigua o moderna siempre hay resquicios para el sexo, que es un tema obsesivo para los humanos, cuando no trata exclusivamente sobre sexo. En lo único que, me temo, no hay lugar para el sexo es en los tratados de ingeniería, aunque nunca se sabe, porque a mí siempre me han puesto mucho las grandes obras de ingeniería, tanto es así que las plataformas petrolíferas me dejan totalmente traspuesta y mi intención, cuando se pueda, es tener la oportunidad de visitar alguna de estas que hay en el Mar del Norte.

Y los libros que hablan sobre mantener la castidad y leyes morales de ese tipo suelen ser los que más inciden en el sexo al hacer deseable lo prohibido. De hecho, en mi opinión, leer a los clásicos tiene una enorme carga erótica, si bien es de un erotismo tremendamente sutil, incluso moralizante muchas veces dada la presión social de la época. Como ejemplo, el morbazo impresionante de tipo erótico que tiene "Crimen y Castigo" con la relación casta entre Raskolnikov y Sonia, la prostituta piadosa. El autor mantiene hasta el último suspiro la intriga sobre si habrá o no encuentro carnal. O en "Noches Blancas", donde Dostoievski nos describe a una, en mi opinión, finísima calientapollas en Nastia, criatura apasionada de una pureza impresionante por irreal.

Y si nos remitimos a Cervantes, tan de moda en este año (¿Hay que leerse otra vez el Quijote? Yo lo he leído dos veces: una por querer hacerlo, a los 16 años, y otra por obligación, a los veinte, y creo que he cumplido dado que la mayoría de los españoles no se han leído tan siquiera un capítulo de la Obra Universal, así que esta vez, si es posible, prefiero no saber nada del Quijote y que no me den la brasa con tanto año de Cervantes), sus hermosas doncellas deshonradas y vueltas a honrar por obra y gracia del desmayo tenían un punto de morbo que me hacían la lectura más interesante, ya que siempre andaba el sexo, aunque de tapadillo, por medio. Y así tantos y tantos otros, que hacían de la intriga sobre si habría o no deshonra y el morbo sobre las deshonras varias y la tensión sexual no denominada así, claro, un nexo de unión del lector con el libro. Sin sexo, me da a mí que no se escribe ni un tratado de matemáticas. La trigonometría, de hecho, es eminentemente fálica.

8 comentarios

Alsen -

Crevée, ¿What do you think about "crevée"?
¿Why are you crevée?
Thanks.

(Alsen saliendo de su Andalucía cañí)

Gru -

Vaya, vaya, Alsen, ahora sí que me has dejado crevée del todo.

Alsen Bert -

A ver. Tampoco me leí la Biblia a pesar de mi educación en colegio del Opus e institutos públicos. Mi educación no fue laica, bueno, depende, mitad laica, mitad opusinilla.
También usaba la Biblia para dormirme y como tú, abrirla al azar. La cogía de la biblioteca del pasillo, me la llevaba a mi cama y deshacía las páginas, que parecían de seda, entre mis manos hasta que me entraba el sueño.
Hasta que descubrí a Rebecca, creo que se llamaba así. Que se lió con el hermano de su marido cuando este se fue de viaje. Y lo de Urías -como molaba- Desde que descubrí la mar de infidelidades y adulterios que allí se describían, tuve la tentación de leérmela entera pero ya ves, que corren los años y allí siguen muchos adulterios sin descubrir.
Qué rabia. Me da que me voy a leer el que recomiendas, niña.
Jeje, con qué nostalgia recuerdo esa época, ahora que la he mentado, juer.

Gru -

Se ha cortado...

que me tendré que leer la Biblia. Lo que me he estado perdiendo.

Gru -

Precisamente del Cantar de los Cantares era de lo que hablaba el rabino judío cuando se refería a la pornografía en la Biblia. Estaba tratando el tema del Rey Salomón y la Reina de Saba. Ya te digo, Zaho, que me tendré q

Zahorí -

Pues léete el Cantar de los Cantares, y te vas a enterar de lo que es bueno. Ni sutilezas ni leche, todo carnaza pura.

Y aunque no viene en la biblia, el "Cántico espiritual" de Juan de la Cruz también tiene mucha, mucha tela.

Gru -

Hace muchos años que leí Madame Bobary y no me acuerdo ahora de lo del cochero, pero eso que apuntas, Eurimaco, merece una revisión de la obra.

Sí, lo del Vaticano lo había oído alguna vez. Pues sí, por eso los Papas no dimiten nunca, porque tienen el "Playbook" gratis.

Eurímaco -

¿Y Madame Bovary dando vueltas con su amante en el landó mientras gritaban al cochero continúe, continúe...?

Por cierto, no sé si lo sabes, pero la Biblioteca Vaticana tiene los fondos pornográficos y eróticos más importantes del mundo. ¡Cómo se tenían que poner los Papas!