Criogenización
Estaba viendo un reportaje sobre ello. Conocía el proyecto un poco de pasada, pero el reportaje que han puesto hoy en ARTE era bastante completo. Me ha llamado la atención que sea una nueva religión, o así lo veo yo por las características de oferta de vida eterna y el hecho de que la gente que se adhiere a este proyecto ya no viven más que para él.
La gente que quiere ser criogenizada, o sea, congelada una vez muerta para poder ser resucitada años después, vive ya sólo para eso en esperanza de que la supuesta vida futura les dé unas oportunidades de ensueño. Mientras tanto, pagan sumas bastante elevadas para mantener a los familiares ya criogenizados, y se privan de disfrutar de la vida, que tanto les gusta, (por eso no se quieren morir) saliendo o yendo a restaurantes para poder hacer frente a los gastos.
Creen que dentro de veinte, treinta o incluso doscientos años, la ciencia habrá encontrado un método para resucitarlos, y alguien se ocupará de hacerlo. Para seguir siendo ellos mismos, guardan sus cabezas congeladas a -270 C. Se supone que el cerebro se despertará con toda la memoria y la experiencia y les darán un cuerpo nuevo, sano y joven, con el que salir a recorrer mundo.
Me llamó la atención el hecho de que, al creer de una forma tan ferviente en esta solución, los familiares de los criogenizados no hagan duelo ni lloren la muerte de sus seres queridos, porque para ellos siguen vivos, en suspensión temporal de vida, pero sólo temporal. Creen firmemente en el reencuentro, y es como si se fueran de viaje. Una viuda decía que cuando le preguntaban su estado civil respondía: "en suspensión"· Esta mujer incluso fotografió como cortaban la cabeza al cuerpo recién fallecido de su marido y la congelaban ipso-facto, y recordaba el proceso con admiración por la eficacia de los criogenizadores y alegría por el hecho de que lo estuvieran resucitando.
Otro caso curioso es el de un hombre que criogenizó a su madre sin que esta lo supiera de antemano. Ella era Testigo de Jehová, y ante una operación quirúrgica complicada se negó a que le hicieran transfusión de sangre aunque perdiera la vida en ello. Y se murió, claro. El hijo dijo: "son sus creencias y ella eligió eso, pero yo también hice mi elección, y la quiero viva". Y añadió "los Testigos de jehová no saben lo que hice, se creen que la incineré. Y ellos creen que serán 144.000 de ellos los que resucitarán, pero no saben que la única que resucitará será mi madre".
Me da la impresión de que creamos religiones con una facilidad pasmosa. No importa tanto el Dios, o los dioses varios (que son facilmente intercambiables), sino una esperanza de vida eterna, la esperanza de no morirse, de no desaparecer, de no volver a ser la nada.
La gente que quiere ser criogenizada, o sea, congelada una vez muerta para poder ser resucitada años después, vive ya sólo para eso en esperanza de que la supuesta vida futura les dé unas oportunidades de ensueño. Mientras tanto, pagan sumas bastante elevadas para mantener a los familiares ya criogenizados, y se privan de disfrutar de la vida, que tanto les gusta, (por eso no se quieren morir) saliendo o yendo a restaurantes para poder hacer frente a los gastos.
Creen que dentro de veinte, treinta o incluso doscientos años, la ciencia habrá encontrado un método para resucitarlos, y alguien se ocupará de hacerlo. Para seguir siendo ellos mismos, guardan sus cabezas congeladas a -270 C. Se supone que el cerebro se despertará con toda la memoria y la experiencia y les darán un cuerpo nuevo, sano y joven, con el que salir a recorrer mundo.
Me llamó la atención el hecho de que, al creer de una forma tan ferviente en esta solución, los familiares de los criogenizados no hagan duelo ni lloren la muerte de sus seres queridos, porque para ellos siguen vivos, en suspensión temporal de vida, pero sólo temporal. Creen firmemente en el reencuentro, y es como si se fueran de viaje. Una viuda decía que cuando le preguntaban su estado civil respondía: "en suspensión"· Esta mujer incluso fotografió como cortaban la cabeza al cuerpo recién fallecido de su marido y la congelaban ipso-facto, y recordaba el proceso con admiración por la eficacia de los criogenizadores y alegría por el hecho de que lo estuvieran resucitando.
Otro caso curioso es el de un hombre que criogenizó a su madre sin que esta lo supiera de antemano. Ella era Testigo de Jehová, y ante una operación quirúrgica complicada se negó a que le hicieran transfusión de sangre aunque perdiera la vida en ello. Y se murió, claro. El hijo dijo: "son sus creencias y ella eligió eso, pero yo también hice mi elección, y la quiero viva". Y añadió "los Testigos de jehová no saben lo que hice, se creen que la incineré. Y ellos creen que serán 144.000 de ellos los que resucitarán, pero no saben que la única que resucitará será mi madre".
Me da la impresión de que creamos religiones con una facilidad pasmosa. No importa tanto el Dios, o los dioses varios (que son facilmente intercambiables), sino una esperanza de vida eterna, la esperanza de no morirse, de no desaparecer, de no volver a ser la nada.
15 comentarios
xavia -
miguel meneses -
Fri -
El caso es que ha habido muchas cosas que se han pensado desde hace siglos y todavía no hay solución. Por ejemplo: la piedra filosofal.
Anda que no han tenido tiempo para descubrirla ni nada... Y se resiste. Habrá que hacer más magia a ver si un día de estos la encontramos.
Broid -
Fri -
Y lo de las colonias en Marte me parece, además de irrealizable con las técnicas de ahora, una estupidez. ¿Para qué irse a marte a morirse de frío con lo bien que se está por aquí?
Una cosa es que se investique, lo que es interesante, y otra sacar el tema de madre. Creo que les pasa a algunos con la ciencia ficción lo que a Don Quijote con los libros de caballería.
Sci -
A lo mejor las cabecitas tecno-optimistas piensan en un tranquilo y reposado retiro post-mortem en un "holiday resort" marciano.
Sci -
En el Titanic encuentro una bonita metáfora para entender las posibles frustraciones a las que se puede someter este tecno-optimismo desaforado.
Esas cabezas criogenizadas van destinadas a recorrer "océanos de tiempo" (Gary Oldman dixit en "Drácula"), pero creo que se van a dar de morros con algún "iceberg" tan helado como sus neuronas.
Personalmente, tengo la impresión -el pesimismo es una opción más- de que los avances científicos y tecnológicos no van a estar a la altura de los desequilibrios medioambientales a los que nos hemos visto abocados gracias a un desarrollo muy poco sostenible. Parece que no hay perspectivas muy halagüeñas respecto a que los gobiernos de los países más contaminantes hagan esfuerzos para compensar el equilibrio entre humanidad y naturaleza.
Fri -
Esstupenda -
Cuando el planeta esté a tope ¿quién descongelará las cabecitas?
Fri -
Lo tienen ya pensado.
Parapo, es verdad que el budismo te sale baratito, pero llegar al nirvana tiene lo suyo y hay que hacer una buena inversión en rosarios gongs, ropajes y vida monástica, que no es tan facil. Es lo que tú dices, cielos de diferentes categorías.
Kiri, hay que invertir en Frudesa, sin duda.
parapo -
Kiri -
Esstupenda -
Fri -
parapo -
analizar la crionización como una religión nos arroja un concepto terrorífico: y es que por fin lo han conseguido. ahora incluso para conseguir la vida eterna, o el cielo, hay que pagar. el capitalismo perfecto.