Paciencias
Antes era mucho más paciente. Supongo que esperaba algo, un fruto, un resultado de esa paciencia infinita (como si alguna recompensa divina me esperara), pero conforme voy aumentando de edad tengo menos paciencia. Quizás porque me queda menos tiempo, tiempo que perdí aguantando pesadeces por "buena" educación.
Y esta semana, por fin, me harté. Y en una conversación estúpida con alguien que no puede vivir sin normas y que quiere que todos las cumplamos le dije que su "teoría" era una tontería. En realidad no era teoría ni nada, sino un planteamiento muy simplista y tontorrón, formula mágica con la que arreglar los problemas mundiales (Eso también se lo dije, fui muy sincera). Las teorías tontorronas y simplistas en sí no me molestan (e incluso me puedo reir mucho), pero sí el hecho que nos implicara a los demás culpabilizándonos, y en concreto a mí (soy un ser pérfido a sus ojos). Y me pregunté por qué, si soy un ser tan malvado y ella un alma pura, se viene a mi casa en plan hotel. No sé, no sé, yo no me iría a la morada del diablo si temiera ser corrompida.
Y me cabreé, claro, porque estaba perdiendo mi tiempo teniendo en mi casa a una tipa poco interesante, por la que he tenido que cocinar, limpiar, sacarla de paseo y escucharle las tonterías culpabilizadoras aparte de otras muchas. Y me pregunté qué hacía yo, en plan Teresa de Calcuta acogiendo turistas desvalidas que te usan para ir a ver lo que quieren ver ahorrándose el hotel. Cierto que la conozco desde hace muchos años y no es "mala chica", aunque esos calificativos de cualidades morales ultimamente me tienen muy harta. Sí, porque aunque sea "buena chica" (eso es que no mata ni roba ni se folla a los novios de las amigas porque no puede, claro), para mí es nociva. Me roba mi tiempo, mi energía, me cabrea y me hace trabajar el doble o el triple en la casa.
Diferencia enorme con la otra amiga que ha estado en mi casa también estos días, que se ha portado de forma excelente, como siempre, y no me ha dado ningún trabajo extra ni me ha mareado más de lo que estoy.
Y por primera vez en mucho tiempo dejé de respetar los argumentos ajenos y los califiqué de tonterías, así, tranquilamente, sin pararme a pensar en si podía ser ofensivo o no. Y se quedó de piedra porque no se lo esperaba, pero es quizás la tengo mal acostumbrada y esperaba demasiado. Y me alegro de haber sido poco respetuosa. Me alegro de haber perdido la paciencia. Creo que voy madurando. Ya era hora.
Y esta semana, por fin, me harté. Y en una conversación estúpida con alguien que no puede vivir sin normas y que quiere que todos las cumplamos le dije que su "teoría" era una tontería. En realidad no era teoría ni nada, sino un planteamiento muy simplista y tontorrón, formula mágica con la que arreglar los problemas mundiales (Eso también se lo dije, fui muy sincera). Las teorías tontorronas y simplistas en sí no me molestan (e incluso me puedo reir mucho), pero sí el hecho que nos implicara a los demás culpabilizándonos, y en concreto a mí (soy un ser pérfido a sus ojos). Y me pregunté por qué, si soy un ser tan malvado y ella un alma pura, se viene a mi casa en plan hotel. No sé, no sé, yo no me iría a la morada del diablo si temiera ser corrompida.
Y me cabreé, claro, porque estaba perdiendo mi tiempo teniendo en mi casa a una tipa poco interesante, por la que he tenido que cocinar, limpiar, sacarla de paseo y escucharle las tonterías culpabilizadoras aparte de otras muchas. Y me pregunté qué hacía yo, en plan Teresa de Calcuta acogiendo turistas desvalidas que te usan para ir a ver lo que quieren ver ahorrándose el hotel. Cierto que la conozco desde hace muchos años y no es "mala chica", aunque esos calificativos de cualidades morales ultimamente me tienen muy harta. Sí, porque aunque sea "buena chica" (eso es que no mata ni roba ni se folla a los novios de las amigas porque no puede, claro), para mí es nociva. Me roba mi tiempo, mi energía, me cabrea y me hace trabajar el doble o el triple en la casa.
Diferencia enorme con la otra amiga que ha estado en mi casa también estos días, que se ha portado de forma excelente, como siempre, y no me ha dado ningún trabajo extra ni me ha mareado más de lo que estoy.
Y por primera vez en mucho tiempo dejé de respetar los argumentos ajenos y los califiqué de tonterías, así, tranquilamente, sin pararme a pensar en si podía ser ofensivo o no. Y se quedó de piedra porque no se lo esperaba, pero es quizás la tengo mal acostumbrada y esperaba demasiado. Y me alegro de haber sido poco respetuosa. Me alegro de haber perdido la paciencia. Creo que voy madurando. Ya era hora.
10 comentarios
Fri -
Sci Lla -
Fri -
Cundo le puse un DVD de Brel, que no lo conocía más que de nombre y lo comparó con Raphael y se empezó a quejar de lo "feo que era" (sobre este tema habría que hablar largo y tendido, porque ella no se ha visto nunca, creo, aunque se mire, porque se llevaría el susto de su vida) me entraron ganas de darle dos Hostias consagradas bien contundentes. Lo que pasa es que si mancho la alfombra de sangre luego la tengo que llevar a la tintorería.
Contestarás así, Bambi. Si quieres te mando a esta chica a que te haga una visita, verás como al final consigue que saques la visceralidad. Es una máquina, la mejor de su promoción para agotar paciencias.
Bambolia -
Bueno, que se me va la lengua, y no puedo decir mucho porque yo aguanté el tipo como una niñita buena, :-(
Tengo ganas de contestar alguan vez así, pero sin que me tiemble la voz y sin que se me vea el miedo en las pupilas, de verdad. ¡Cómo me gustaría!.
Fri -
Y claro, como estoy irascible y susceptible (ya sabes por qué) no me puedo callar, como hubiera hecho en otras circunstancias. Si quieres te presto unas cuantas hormonas para las discusiones. ;)
Sci Lla -
En los tiempos que corren se tiene sacralizada la opinión de los demás, y todos parecemos obligados a respetarlas aunque esas opiniones sean una auténtica mierda pinchada en un palo. Pues no. Hay opiniones tan mal fundadas que no valen un céntimo, ni siquiera el esfuerzo necesario para refutarlas. A mí, particularmente, me acaban cansando, por lo que acostumbro a otorgarles la perra gorda, hala. Pero bien hecho, ahí tus co... o lo que sea.
Fri -
Hola, Parapo, también me algro de leerte por aquí. ;)
Esstu, la verdad es que no he cambiado, sólo que ando muy irascible (leona, me llaman por aquí). Cosas de los instintos territoriales y otros instintos. Suelo ser muy territorial, pero en mis circunstancias actuales aún más.
Y bueno, sí es la morada del diablo (entre comillas, claro) porque en este círculo de amistades yo tengo la etiqueta de "malvada" (aunque no todos se la toman en serio). Es el rol que le corresponde a mi personaje, un poco sádico, todo hay que decirlo. Es para que los buenos se sientan bien y debidamente recompensados.
Esstupenda -
Enhorabuena y ojalá ese camino que has descubierto no tenga vuelta atrás.
A los chupaenergía más vale tenerlos lejos.
parapo -
Kiribati -
Yo, que soy narcisa y egoísta vocacional, practico el noble deporte de quitármelos de encima, al menos de vez en cuando.
Lo malo es que son muchos, joer.