Matemáticas
Ya me gustaría que todo fueran matemáticas y sacar el resultado exacto de la fórmula, pero nada, que no son matemáticas. Hay algo que no acabo de comprender, o mejor, no comprendo en absoluto, o es posible que comprenda pero no quiero comprender porque no me gusta lo que veo. Sí, quizás sea esto último.
Realmente, no me importaría si no fuese por mi implicación personal. De natural, soy escurridiza y no me implico con facilidad. Suelo escaparme por agujeros de las redes cuando intentan pescarme, y siempre hay agujeros, claro, porque los que tienden las redes suelen ser chapucerillos, como el resto de la humanidad, que se sustenta a base de chapuzas bien presentadas, pero con rendijas. Afortunadamente.
Y esta vez me impliqué. Nada importante, claro. Pero doloroso, sí, un poco, al menos para unas horitas hasta que se me pase. Porque suele pasar rápido. Es el susto de ver una doble cara donde sólo había una. Como una aparición carnavalesca, como el Coco que asusta a los niños. Lo que no sé es cómo pensé que sólo había una cara. Últimamente ando poco fina en estas cosas. Normalmente suele haber unas cinco caras de media más una para los domingos y fiestas de guardar. Y claro que habrá razones para una doble cara. De hecho, siempre las hay, pero esta vez yo sólo atiendo a mis razones, que son mías, claro (razón principal por las que las atiendo, como todo hijo de vecino), y si no las atiendo yo se quedan huérfanas.
En fin, que no me entero, así que plantearé una fórmula matemática sencilla, de 2+2=4, y daré como válido el resultado aunque el enunciado esté mal planteado y no sea ese en realidad, por lo cual no es válida la respuesta. Seré injusta, claro, pero me quedaré más tranquila. También me toca a mí de vez en cuando ser injusta. Quiero mi ración de injusticia.
Realmente, no me importaría si no fuese por mi implicación personal. De natural, soy escurridiza y no me implico con facilidad. Suelo escaparme por agujeros de las redes cuando intentan pescarme, y siempre hay agujeros, claro, porque los que tienden las redes suelen ser chapucerillos, como el resto de la humanidad, que se sustenta a base de chapuzas bien presentadas, pero con rendijas. Afortunadamente.
Y esta vez me impliqué. Nada importante, claro. Pero doloroso, sí, un poco, al menos para unas horitas hasta que se me pase. Porque suele pasar rápido. Es el susto de ver una doble cara donde sólo había una. Como una aparición carnavalesca, como el Coco que asusta a los niños. Lo que no sé es cómo pensé que sólo había una cara. Últimamente ando poco fina en estas cosas. Normalmente suele haber unas cinco caras de media más una para los domingos y fiestas de guardar. Y claro que habrá razones para una doble cara. De hecho, siempre las hay, pero esta vez yo sólo atiendo a mis razones, que son mías, claro (razón principal por las que las atiendo, como todo hijo de vecino), y si no las atiendo yo se quedan huérfanas.
En fin, que no me entero, así que plantearé una fórmula matemática sencilla, de 2+2=4, y daré como válido el resultado aunque el enunciado esté mal planteado y no sea ese en realidad, por lo cual no es válida la respuesta. Seré injusta, claro, pero me quedaré más tranquila. También me toca a mí de vez en cuando ser injusta. Quiero mi ración de injusticia.
9 comentarios
Fri -
Bambolia -
Aber -
Aber -
El aguilucho -
Siempre los ha habido, ¡nómbralos! y verás.
Fri -
parapo -
Fri -
Bambolia -
La justicia está demasiado denostada.